Salamanca
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SALA DE EXPOSICIONES DE SANTO DOMINGO DE LA CRUZ

45 minutos
La Sala de Exposiciones Santo Domingo de la Cruz abrió sus puertas en 2002, tras la rehabilitación del antiguo Colegio de Santo Domingo de la Cruz. Este colegio, fundado en el siglo XVI por los Duques de Béjar, formaba parte del Convento de los Dominicos y otorgaba prioridad de ingreso a estudiantes procedentes de Andalucía. El edificio acoge exposiciones temporales del escultor salmantino Venancio Blanco. En los jardines que rodean a la sala de exposiciones, se muestra una colección permanente de obras del artista, entre las que destacan las esculturas de toros y toreros, además de obras de carácter religioso, como La Última Cena o El Cristo que retorna al Padre. Durante las noches de verano, los jardines se transforman en un escenario ideal para conciertos al aire libre, añadiendo un atractivo adicional a este espacio histórico.
La Sala de Exposiciones Santo Domingo de la Cruz es un espacio cultural que fue inaugurado en 2002, con motivo de la declaración de Salamanca como Capital Europea de la Cultura. Se ubica en el edificio y los jardines del antiguo Colegio de Santo Domingo de la Cruz, una institución fundada en el siglo XVI y vinculada al Convento de San Esteban.

Desde 2014, gracias a un acuerdo de colaboración entre el Ayuntamiento de Salamanca, la Fundación MAPFRE y la Fundación Venancio Blanco, este recinto alberga la sede de la Fundación Venancio Blanco, que acoge tanto exposiciones temporales como una colección permanente de obras del reconocido escultor salmantino.

La Sala de Exposiciones de Santo Domingo cuenta con un taller de la Fundación Venancio Blanco en el que se imparten actividades de dibujo, grabado, escultura, encuadernación y técnicas mixtas, todas con un enfoque que fomenta la creatividad y la sostenibilidad.

La Sala Santo Domingo y sus jardines se han consolidado como un referente cultural en Salamanca. Con entrada gratuita, este espacio permite disfrutar del arte y la naturaleza en un ambiente relajado, donde los visitantes pueden pasear por el jardín admirando las esculturas de Venancio Blanco que se integran armoniosamente en el entorno. Durante el verano, el programa Plazas y Patios transforma el recinto en un escenario que acoge conciertos al aire libre. La combinación de música, naturaleza y las impresionantes vistas de la Catedral iluminada crea una atmósfera única, ofreciendo a los ciudadanos una experiencia cultural inolvidable.

Salamanca, aparte de las obras aquí expuestas, cuenta con una nutrida representación de sus obras repartidas por plazas y jardines, con esculturas tan emblemáticas como el monumento al Vaquero Charro en la plaza de España, el medallón del Rey Juan Carlos y Doña Sofía en la Plaza Mayor de Salamanca o la escultura de San Francisco de Asís en el Campo de San Francisco.
El siglo XVI fue la época dorada del Estudio de San Esteban. El éxito de la Escuela de Salamanca convirtió a San Esteban en un foco de atracción para estudiantes de otras provincias. Los dominicos, aparte del Estudio General, contaron con dos colegios adscritos al convento, lo que refleja el impulso que las órdenes religiosas dieron a la educación en aquella época.

El l primero de ellos fue el Colegio de San Cayetano, fundado en 1515. No se tiene constancia de que contara con un edificio propio independiente del convento. El otro fue el de Santo Domingo de la Cruz, que funcionó desde 1535 hasta aproximadamente 1551 con su propio edificio. Fue fundado en el siglo XVI por los Duques de Béjar y fray Domingo de Baltanás, fraile dominico. Se dedicó a Santo Domingo y a la devoción a la Santa Cruz. Sin olvidar que en la denominación del colegio pudo influir su proximidad al Monte Olivetti, donde una cruz de piedra recordaba el milagro acaecido en este lugar durante la predicación de san Vicente Ferrer.

La estructura del Colegio de Santo Domingo no sigue el modelo claustral de la arquitectura colegial de la época, ni siquiera contó con capilla o biblioteca propias. Era un edificio humilde, que combinaba las funciones de residencia y centro de estudios. Para el resto de sus necesidades contaría con las propias instalaciones de San Esteban, lo que haría innecesaria la edificación de una capilla exenta.

El edificio presenta una estructura sencilla, de planta rectangular y con cubierta a doble vertiente. La variación en el aparejo de los muros sugiere que su construcción se llevó a cabo en dos fases. Su fachada principal mira a poniente. La puerta principal, descentrada respecto a la fachada, está enmarcada por un alfiz. En las enjutas del arco destacan los escudos con los apellidos de los Duques de Béjar, Zúñiga y Sotomayor, mientras que una inscripción, hoy muy desgastada, anuncia el nombre del colegio: COLLEGIUM S. DNICI.
El interior se estructura en tres naves separadas por arquerías de piedra que sostienen la techumbre de madera y apean en robustas columnas, creando un espacio diáfano que seguramente estuvo dividido en varias dependencias. El colegio acogió a tan solo ocho alumnos de los quince previstos, y funcionó como institución educativa apenas dieciséis años, entre 1535 y 1551. Las dificultades económicas forzaron su cierre. Desde 1714 se utilizó como panera, momento en el que se cegó la puerta principal. El espacio exterior se dedicó a huerto para el mantenimiento del convento, que contaba con noria y pozo.

Con la concesión del título de Ciudad Europea de la Cultura a Salamanca el año 2002, el edificio y los jardines circundantes se rehabilitaron para convertirlo en sala de exposiciones.
La sala se inauguró en enero de 2002 con la exposición “Auguste Rodin, escultor. Los arrepentimientos de Rodin: dibujo y fotografía”, de la que también fueron sedes el patio de las Escuelas Menores y la Plaza Mayor. Ese mismo año acogió las exposiciones “El asombro en la mirada. Cien años de fotografía en Castilla y León (1839-1939)”, En 2014 el Ayuntamiento de Salamanca, la Fundación Mapfre y la Fundación Venancio Blanco firmaron un convenio de colaboración para que la Sala de Exposiciones de Santo Domingo acogiese la obra de Venancio Blanco. Por este convenio el edificio pasa a ser sede de la Fundación Venancio Blanco que aporta la colección de obras artísticas que gestiona, que incluye miles de dibujos, piezas de bronce y otras piezas realizadas con distintas técnicas por el escultor salmantino, así como otras obras de arte de distintos autores contemporáneos.
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